Neonatología y RCP MaterCare | Viernes 26 de Marzo de 2021
¿Para qué sirve y por qué hay que aplicársela a los recién nacidos?
Entre los procedimientos de rutina que se le realizan al recién nacido, está la administración intramuscular de vitamina K.
Y de acá puede surgir la pregunta:
Todos los bebés nacen con escaso depósito de vitamina K. La vitamina K desempeña una función importante en la coagulación de la sangre, el cuerpo usa la vitamina K para formar coágulos y para detener los sangrados.
Los bebés a menudo tienen bajo nivel de vitamina K por varias razones: la vitamina K no se moviliza fácilmente a través de la placenta de la madre al bebé, en consecuencia, un recién nacido no tiene mucha vitamina K almacenada al nacer; además, las bacterias que ayudan a producir la vitamina K no están presentes aún en el tracto gastrointestinal del recién nacido; finalmente, no hay suficiente vitamina K en la leche materna.
Todo esto conlleva un cierto riesgo de desarrollar un cuadro hemorrágico por déficit de vitamina K en el recién nacido que puede tener 2 presentaciones: una clásica, que se presenta entre los 2 y 7 días de vida y es conocida como “enfermedad hemorrágica del recién nacido”, y una tardía, en mayores de 2 semanas de vida.
Existe evidencia de que la administración de una dosis única de vitamina K intramuscular reduce el riesgo de tener la forma clásica de enfermedad hemorrágica del recién nacido y la forma tardía por déficit de vitamina K; este riesgo aumenta cuando la profilaxis no se realiza adecuadamente.
Por lo tanto, se recomienda la administración de vitamina K al nacimiento para prevenir la enfermedad hemorrágica del recién nacido. La vitamina K debe ser administrada dentro de las primeras 6 horas después del nacimiento, luego de la estabilización del recién nacido y la interacción con su madre, por lo que puede aplicarse en la Sala de Recepción.
La inyección de vitamina K actúa de dos maneras para aumentar los niveles de esta vitamina. Primero, parte de la vitamina K pasa al torrente sanguíneo del bebé inmediatamente y aumenta la cantidad de esta vitamina en la sangre. Esto provee suficiente vitamina K para que los niveles del bebé no se reduzcan peligrosamente en los primeros días de vida. Gran parte de esta vitamina K se almacena en el hígado y es usada por el sistema de coagulación. Segundo, el resto de la vitamina K se libera lentamente a lo largo de los próximos 2 a 3 meses, lo cual ofrece una fuente constante de vitamina K hasta que el bebé tenga otra fuente proveniente de su alimentación.
Existe también la vitamina K oral, pero de acá surgen controversias en su aplicación ya que:
• no se absorbe tan bien como por vía intramuscular.
• es necesario el suministro de varias dosis en las primeras semanas.
• no se dispone de una forma oral cuya eficacia haya sido establecida.
• la forma tardía de la enfermedad hemorrágica se previene mejor con la administración intramuscular.
De este tema y de otros más estaremos hablando en el Taller gratuito y online de “Cuidados del recién nacido” que se dictará el día 22/4 a las 17hs, los espero!
Dra. Romina Dini
Neonatóloga
Médica neonatóloga, dedicada a los cuidados del recién nacido y especialista en dictar talleres de RCP y primeros auxilios destinados a toda la familia, desde lactantes hasta adultos.