MATERCARE
Lactancia desde la primera hora de vida
Se habla de esta primera hora como el momento dónde se instala el vínculo. Es un encuentro multisensorial entre la mamá y el bebé.
Un recién nacido libre de interferencias puede conectarse con su madre a través de respuestas olfativas, visuales, auditivas y táctiles.
Desde el nacimiento necesita estar en contacto con la madre de forma permanente e ininterrumpida. Todo el entorno profesional y familiar debe saber
si este es tu deseo (fundamental),y que lo respeten.
Centralizarnos en las necesidades del niño, cuidar sus capacidades, responder a sus necesidades físicas y emocionales.
La facilitación del contacto en estas primeras horas es muy favorecedor tanto para el vínculo, el apego, como el amamantamiento.
El contacto piel con piel permite conectarse, vinculares, sentirse, olerse. La prendida al pecho en esta primera hora de vida provee al recién nacido del calostro.
El calostro es el alimento perfecto y la primer inmunización del bebé. Tiene más proteínas y más vitamina A que la leche madura (que bajará más adelante). El calostro también es laxante y ayuda a eliminar el mecóneo.
La lactancia comienza ante la separación de la placente del útero, dónde la progesterona y la oxitocina llegan a sus niveles más elevados. Uniéndolo a la prendida inmediata del bebé al pecho, estimulamos la prolactina, que es la hormona encargada de poner al cuerpo a producir leche.
Para prepararte para estas primeras horas es fundamental la información desde el embarazo. Saber para elegir. Conocer tus derechos para decidir. Todo lo que necesitará tu hijo y vos, es tu cuerpo. Tu alimento. Tu cuerpo va a ser su universo. Es todo lo que necesita, es todo lo que espera.