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En el Día del Autismo de 2024, se destaca el creciente interés en la utilización de la sangre del cordón umbilical como terapia potencial para el Trastorno del Espectro Autista (TEA). Aunque inicialmente reconocida por su eficacia en el tratamiento de enfermedades oncológicas y hematológicas, la sangre del cordón umbilical ha sido objeto de numerosos estudios clínicos y más de 35 años de práctica clínica, consolidando su reputación como una fuente valiosa de células madre.
En el ámbito del TEA, este enfoque ha suscitado un creciente interés debido a su potencial para abordar los desafíos neurobiológicos asociados con este trastorno. Con una prevalencia estimada de 1 de cada 54 niños en países desarrollados, el TEA representa una carga significativa para las personas y sus familias.
Si bien el autismo se considera una condición de por vida, la gravedad de los síntomas varía ampliamente entre los individuos afectados. Desde una edad temprana, los signos del TEA pueden ser detectados por padres, cuidadores y pediatras, y aunque los síntomas pueden volverse más evidentes con el tiempo, su impacto en el funcionamiento diario puede ser significativo.
La terapia con células madre para el autismo, aunque aún se encuentra en una etapa de investigación, ha generado expectativas debido a estudios previos que demostraron mejoras significativas en otras condiciones neurodesarrolladas, como la parálisis cerebral. La Universidad de Duke ha encabezado varios de estos estudios, y aunque los resultados iniciales fueron prometedores, actualmente hay una investigación en curso que sigue explorando el potencial de la sangre del cordón umbilical en el tratamiento del TEA.
El Grupo FamiCord, uno de los principales bancos de sangre de cordón umbilical en Europa, ha estado a la vanguardia de esta investigación, trabajando para hacer que esta terapia potencial esté disponible para aquellos que la necesiten. Con décadas de experiencia en el almacenamiento y uso de la sangre del cordón umbilical, el Grupo FamiCord se ha comprometido a explorar nuevas fronteras en el tratamiento del TEA y otras condiciones médicas.
En conclusión, la investigación sobre la terapia con células madre para el TEA está en una fase inicial, pero la prometedora perspectiva de la sangre del cordón umbilical ofrece una luz de esperanza para mejorar la calidad de vida de aquellos afectados por este trastorno.